Un cambio silencioso en las empresas
En las últimas semanas, he conversado con distintos empresarios y dueños de empresas que comparten una preocupación en común: el talento.
No se trata únicamente de tener colaboradores con formación académica formal, sino de contar con personas que tengan las habilidades necesarias para resolver, ejecutar y adaptarse al día a día. La experiencia nos muestra que, al momento de seleccionar personal, las habilidades prácticas y técnicas pesan más que muchos diplomas.
El giro hacia las habilidades
Históricamente, el enfoque estuvo en los títulos universitarios y la formación académica. Sin embargo, las empresas están entendiendo que:
- Un título no garantiza productividad inmediata.
- La capacidad de aprender rápido y resolver problemas reales es lo que marca la diferencia.
- El mercado cambia más rápido que los programas universitarios.
Hoy vemos que los empresarios priorizan competencias como:
- Manejo de datos y análisis.
- Comunicación efectiva.
- Pensamiento crítico y resolución de problemas.
- Adaptación a la tecnología.
- Trabajo colaborativo.
Ejemplos reales de este cambio
- Empresas tecnológicas como Google y Tesla ya no piden títulos universitarios como requisito obligatorio. Evalúan la capacidad de codificar, innovar y liderar proyectos, sin importar si viene de un máster o del autoaprendizaje.
- Retail y servicios: empresas que buscan supervisores y mandos medios ya no se enfocan solo en administración de empresas, sino en habilidades de liderazgo, organización y servicio al cliente.
- Centros médicos privados: en roles operativos y de soporte, valoran más la capacidad de organización, empatía con el paciente y cumplimiento de protocolos que el simple hecho de haber pasado por una universidad prestigiosa.
- Startups en crecimiento: priorizan personas con habilidades de ejecución, creatividad y multitasking, aunque su hoja académica no sea extensa.
¿Por qué las habilidades ganan terreno?
- Velocidad de adaptación: la formación formal es estática; las habilidades evolucionan.
- Impacto directo: una persona con las habilidades correctas genera resultados desde el primer día.
- Aprendizaje continuo: hoy las empresas buscamos "aprendedores", no solo "graduados".